Nuestro Pueblo
Símbolos de
Municipio Autónomo de Manatí
ESCUDO
El escudo cuartelado: (1) y (4), en el campo azul, un templo griego de plata, (2) y (3),
en el campo de plata un Manatí de sable, curvado y brochante sobre el todo en
abismo, un escusón de gules cargado de cinco Ilamas de oro, puestas en aspa.
Al timbre, corona mural de plata de cinco torres, nada de sable y adjurada de
gules y bajo el escudo un volante blanco con la inscripción ATENAS DE PUERTO
RICO en letras de sable. El templo griego representa a la ciudad de Atenas, cuyo
edificio característico, el Partenón fue uno de los principales templos dedicados en
Grecia a Atenas, diosa de la Sabiduría, a la que según la leyenda, debió su nombre
la ciudad. En el escudo simboliza a demás el apelativo de “Atenas de Puerto Rico”
dado a Manatí, por haber sido en las primeras décadas de este siglo, centro
destacado “juegos florales, veladas, conferencias, certámenes musicales y otras
actividades de índole cultural que atrajeran a la ciudad a las figuras más conspicuas
de las letras y de las artes de Puerto Rico. El Manatí alude directamente al nombre
indígnea de la ciudad Las Ilamas simbolizan las fogatas con que tradicionalmente
celebran las fiestas de Nuestra Señora de la Candelaria, Patrona de la ciudad.
BANDERA
La bandera de Manatí consiste de una franja ancha blanca en la parte superior, una franja azul en la parte inferior, unidas ambas por una franja roja al centro. Estos colores son representativos del primer alcalde de la municipalidad Don Pedro Menéndez Valdéz, cuyo blasón familiar ostentaba como principales.
HIMNO DE MANATÍ
ATENAS DE BORINQUEN
Autor: Wilfredo Pagán
Que bonito ver las grandezas de
la tierra en que nací.
Ver su florecer y sus playas
como brillan al dormir.
Orgulloso estoy de mi bello
y precioso Manatí.
Que grandioso es conocer
como se le ha llamado así.
-coro-
Es la Atenas de Borinquen
en su cuna meció todos esos
próceres que allí cultivaron.
Todos los talentos
que en su pueblo nació.
Y a su nombre se le proclamó.
Es la Atenas de Borinquen,
de gracia y esplendor,
de hermosos paisajes
que serán recordados.
Si en tus bellas tierras
no llegase a morir,
te prometo que nunca
serás olvidado.
En mi corazón llevaré
grabado el nombre Manatí;
y será mi honor porque
ha sido la razón
de mi existir.